El 25 de julio, en el Centro de Educación Alternativa – CEA Alemán Santa María, en el municipio de Cochabamba Cercado, se realizó la ceremonia y presentación de trabajos de fin de semestre de los y las estudiantes de las carreras técnicas.
Entre los y las estudiantes del CEA, se encuentran 3 jóvenes mujeres con discapacidad beneficiarias de las becas promovidas por el proyecto INCREIBLES, quienes son acompañadas por Tukuy Pacha en un proceso de inclusión educativa. Bella y Carolina estudiaron Gastronomía durante un semestre, mientras que Zenobia estudia Confección Textil.
Bella y Carolina son jóvenes con discapacidad intelectual que residen en el centro para personas con discapacidad María Cristina, gestionado por la Gobernación de Cochabamba. Coordinar su participación en cursos de formación profesional fue un reto para el proyecto, en particular el refuerzo de la autonomía personal para permitir su desplazamiento del centro a la escuela.
Zenobia es una madre soltera con discapacidad física que tiene una hija y un hijo adolescentes, de 13 y 15 años respectivamente. Zenobia ya trabajaba en el sector de la sastrería, confeccionando uniformes para niños de primaria y secundaria. Zenobia decidió iniciar un curso de producción textil para mejorar sus competencias en el patronaje de prendas, con el deseo de poder producir sus propios productos y venderlos directamente.
Bella, Carolina y Zenobia se graduaron en técnico básico (I° nivel); además de las habilidades técnicas adquiridas, cuentan cómo esta experiencia aumentó su autoestima y la confianza en sí mismas, cómo pudieron conocer gente nueva y hacer nuevos amigos. Salir del centro residencial fue una oportunidad para relacionarse con el mundo exterior e incluirse en los procesos sociales. Esto nos demuestra la importancia de los entornos educativos, cuya finalidad no es sólo transmitir conocimientos técnicos, sino también promover ambientes de crecimiento personal. Para Zenobia, la participación en el CEA supuso un gran sacrificio, ya que las clases se impartían por las tardes y esto le impedía trabajar una jornada interna, con consecuente reducción de sus ingresos familiares. Sin embargo, su esfuerzo dio frutos y Zenobia mostró interés en continuar los estudios, realizando cursos cortos sobre diseño de productos específicos.
La inclusión social de las personas con discapacidad también pasa por los procesos educativos, por eso es importante promover centros educativos inclusivos, donde los profesores sepan adaptar los procesos de aprendizaje y exista una comunidad educativa sensible a la diversidad. La experiencia de los estudios de Bella, Carolina y Zenobia demuestra que la inclusión educativa de las personas con discapacidad es posible si se promueve la coordinación de diferentes actores y si existe una comunidad educativa motivada para responder a las necesidades educativas de las personas con discapacidad.
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